La maniobra que Fritzler había hecho en la serie, para arrebatarle el liderazgo a Maceira, la repitió en el primer giro de la final para saltar a la primera colocación de la final, luego de relegar a Reutemann.

En el cuarto giro, el Morro Iglesias exprimió el potencial de su Chevrolet y dio cuenta de Castro, el líder del campeonato, para escalar a la cuarta colocación. Aunque poco después, el nacido en San Pedro debió abandonar por un inconveniente mecánico en su auto.

Reutemann, cuando se acercaba cada vez más a Fritzler, se despistó en el ingreso a la recta principal -en la sexta vuelta- y cayó a la cuarta posición, quedando detrás de Maceira y Castro, respectivamente.

En el noveno giro, abandonó Diego Segovia, su Dodge quedó un sector complicado de la pisra y eso generó el primer ingreso del auto de seguridad; la diferencia entre Fritzler y Maceira, el escolta hasta ese momento, desapareció cuando ya era superior a los 3.5 segundos.

En el relanzamiento, Fritzler pudo volver a escaparse; no sólo por la velocidad de la unidad alistada por el Quilmes Plas Racing, además se disparó el matafuegos del Chevrolet de Maceira: al piloto del AA Racing se le complicó la visibilidad y posteriormente terminó despistándose.

Esa incidencia le permitió a Castro Serrano trepar al segundo escalón del podio, al igual que al pampeano Pieraligi subir al tercer puesto.

Sólo hubo tiempo para el ingreso de otro auto de seguridad por el abandono de JAP, hecho que derivó en la extensión de la carrera, en un giro más. Pero nadie pudo batir a Fritzler, quien sumó su primer triunfo en la divisional con 16 años, 4 meses y dos días.