Un fuerte golpe entre Próspero Bonelli y Matías Jalaf generó, antes de que se cumpliera la primera vuelta, la aparición de la bandera roja que detuvo provisoriamente la actividad.

En el relanzamiento, comenzaría a exhibirse una tesitura que se repetiría a lo largo de la prueba: Valentín Aguirre, con la Dodge del JP Carrera, avanzando a fuerza de ritmo y buenas maniobras. Luego de largar octavo, el arrecifeño ejecutó a sus dos primeros rivales para saltar al sexto puesto, Werner y Mazzacane.

El uruguayo Lambiris, ganador en este trazado en 2018, dio cuenta de Johnnito De Benedictis, su compañero de equipo, para trepar al tercer escalón de la prueba, pero cinco giros después, el necochense se recuperó y volvió a la tercera colocación.

El joven Aguirre no se conformó y, en un lapso de tres vueltas, sobrepasó a Castellano, a Lambiris y a De Benedictis, respectivamente, para escalar al tercer lugar.

Con el representante del JP Carrera en la ambición de alcanzar a los dos de adelante -Canapino y Silva-, el pelotón que llamó la atención pasó a ser el comandado por Lambiris que, nuevamente, pudo dar cuenta de Johnnito (quien posteriormente también quedaría relegado ante Castellano y el entrerriano Werner).

A falta de cinco giros para el final, Nicolás González, el piloto rafaelino, debió abandonar y generó el ingreso del auto de seguridad. Fue poco el desarrollo normal que se llevó a cabo luego del relanzamiento porque De Carlo y Ortelli, ambos pilotos de Chevrolet, quedaron fuera de competencia y en zonas comprometedoras para sus compañeros de pista.

Leonel Pernía (Torino) y Christian Ledesma (Chevrolet), ambos integrantes de la Copa de Oro, aprovecharon esta circunstancia para sobrepasar a Urcera, que perdió rendimiento en su Chevrolet por la rotura de la trompa (elemento vital en un circuito en el que se aprovecha tanto la succión como en Rafaela). Ante esa incidencia, el rionegrino cayó dos posiciones y le cedió la cima del certamen a Aguirre, que culminó tercero.

Juan Manuel Silva, que había sido el más rápido de la clasificación, no pudo perseguir a Canapino; el ritmo del Chevrolet del arrecifeño fue superior a lo largo de toda la carrera. El actual campeón edificó, de principio a fin, un triunfo inobjetable que, ahora, lo habilita definitivamente a pelear por el título.